La detección precoz, la prevención, la proteína alfa-sinucleína, los síntomas rebeldes han sido algunos de los asuntos tratados en la jornada del MEH
El prestigioso neurólogo Gurutz Linazasoro y el chef Saúl Gómez explicaron, con ejemplos prácticos, la influencia de la alimentación en nuestra salud
Arsuaga inauguró la jornada hablando de la medicina evolutiva y de la labor de la selección natural en la erradicación de enfermedades
Bajo el sugerente título ‘Desde Atapuerca hasta el párkinson de nuestros días’, la asociación Párkinson Burgos ha reunido a prestigiosos neurólogos, investigadores, fisioterapeutas, psicólogos, logopedas, cuidadores y otros profesionales sanitarios y no sanitarios en el Museo de la Evolución Humana para hablar del pasado, presente y futuro de la enfermedad de párkinson. Investigación, tratamiento, diagnóstico, alimentación, musicoterapia o movimiento asociativo han sido los principales asuntos analizados, ante un auditorio de 150 profesionales, afectados y familiares, de diferentes puntos del país.
Como ante cualquier otra patología, la medicina busca curar el párkinson y, ya puestos, prevenir su desarrollo. Pero esta enfermedad neurodegenerativa es mucho más compleja, en cuanto a origen y causas, de lo que a simple vista podría parecer, de ahí que conseguir su curación sea un proyecto a largo plazo. Mientras, dos son las principales líneas de investigación. Por un lado, la búsqueda de biomarcadores que faciliten la detección de poblaciones de riesgo, de cara a conseguir un diagnóstico temprano de la enfermedad. Por otro, crear medicamentos que impidan, limiten o ralenticen su desarrollo.
La investigación se centra en impedir la acumulación de la proteína alfa-sinucleína para frenar el avance del párkinson
En ambos casos, “la calidad de vida del paciente mejoraría de forma exponencial”, según la directora del departamento de Neurología de la Clínica Universitaria de Navarra, Rosario Luquin. Y es aquí donde tienen cabida los estudios destinados a impedir la acumulación de la proteína alfa-sinucleína, clave en el desarrollo del párkinson, y los trabajos para la creación de una vacuna que, a través de anticuerpos, pueda eliminarla, frenando el avance de la enfermedad. De este modo, ha recordado Luquin, si bien no se impediría su desarrollo, sí que se limitaría, lo que unido al diagnóstico precoz, presenta un futuro prometedor.
Detección precoz
Y es que, en esta lucha contra el párkinson, es también muy importante la detección precoz de la enfermedad, a ser posible antes de que se produzcan los primeros síntomas, de cara a aplicar terapias concretas y más eficaces que minimicen los efectos adversos. El director del Centro de Investigación Párkinson de la Policlínica de Guipúzcoa, Gurutz Linazasoro, ha recordado que los cambios que se registran en el cerebro se producen mucho antes de que se muestren los síntomas, y es ahí donde se tiene que llegar, a detectar esos cambios para, no sólo conocer mejor qué es el párkinson, sino intentar frenarlo.