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Esta mañana, en plenas fiestas de Navidad, quiero traeros esta pequeña pero emotiva historia que nos ha ocurrido cuando aun estamos comenzando con nuestra nueva campaña… #CadaLadrilloCuenta; para nosotros, en este momento, como asociación, necesitados de apoyos… el verdadero espíritu navideño.
Había oido que la gente no dejamos nunca de sorprender, y que cuando esperas de alguien mucho, suele ser todo lo contrario, y al revés… vamos, un lío!
Pues eso es lo que estoy experimentando con la venta de ladrillos (mi nueva actividad) y siempre partiendo de qué Burgos es una ciudad solidaria, comprometida, generosa… pero aun así, siempre hay personas que te sorprenden un poquito más.
Una historia de solidaridad …en Navidad!
Ando yo, ya os digo vendiendo mis ladrillos a 10€ de uno en uno y recibo una llamada de teléfono de una persona; una conocida con la que trato habitualmente y que pongamos tiene una pequeña actividad comercial …esta persona, que podemos decir sería nuestra ‘pescatera’ quiere el número de cuenta bancaria de la asociación para realizar un ingreso de nada menos que 500€ ¿Cómo es eso…? «Os he oido estos días en la radio y quiero aportar eso … para la obra; no quiero ladrillos, no quiero certificados, no quiero publicidad…».
Esta persona a pesar de tener -supongamos- un modesto puesto de pescados en el Mercado Sur de Burgos y a la que le vendría muy bien esa publicidad, prefiere mantenerse en el anonimato … lo que os contaba, la generosidad y la solidaridad no entiende de posturéos.
Como cuando ves que una persona muy mayor con párkinson, que da todo lo que puede para tener un centro mejor para todos los compañeros… me parece qué estas navidades para mi van a ser un autentico periodo de meditación y compromiso.
Esto quería compartir con vosotros y espero vuestros comentarios… feliz Navidad!