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Hace dos meses que la asociación de afectados por esta enfermedad lanzó un peculiar micromecenazgo para financiar las obras de su nueva sede. Ya ha conseguido 12.700 euros.
Parkinson Burgos, 26 de enero 2018. La presidenta de la asociación Párkinson Burgos, María Jesús Delgado, no puede ocultar su satisfacción por la acogida que ha tenido la campaña ‘Cada Ladrillo Cuenta’, que lleva dos meses circulando por las redes sociales y que ya ha aportado el 3.1% del importe en el que se ha presupuestado la reforma de su nueva sede. “Sabemos que 400.000 euros es mucho dinero, pero afirmo con orgullo que hay un goteo continuo de personas preguntando por la campaña e interesándose por cómo pueden colaborar con nosotros”, explica Delgado.
La asociación burgalesa atiende cada día a 103 personas afectadas por esta enfermedad, que daña las estructuras responsables del control y de la coordinación del movimiento en el cerebro por carencia de una sustancia que también regula el estado de ánimo. La cifra de usuarios se incrementa cada año, pero el espacio del que disponen es reducido y, de hecho, los servicios ahora se prestan en dos inmuebles diferentes: en el Graciliano Urbaneja y en el Centro de Día, que está en Cortes. De ahí el empeño que el colectivo ha puesto en su nueva sede, un objetivo que han perseguido durante años y que ahora empieza a materializarse en un edificio de una planta y 500 metros cuadrados, que está en el recinto del Hospital Militar, pero que es independiente de los barracones.
La obra “va genial” y de hecho, Delgado matiza que, ahora que ya se ha tabicado, es posible distinguir cada espacio y recorrerlos. Es decir, la nueva sede nunca ha sido tan real como ahora, si no fuera por el único inconveniente: la asociación no puede asumir todo el coste de la obra. Y de ahí que hace ya dos meses decidieran pedir ayuda a los burgaleses. ¿Cómo? Proponiéndoles que financien la colocación de cada uno de los 10.000 ladrillos que, estiman, necesitan para la nueva sede, en la que podrían aglutinar todos sus servicios, terapias y centro de día. “La gente se está portando”, destaca Delgado, antes de especificar que ayer ya habían “vendido” 1.272 ladrillos e ingresado 12.720 euros, porque cada uno conlleva una colaboración de diez euros. “Estamos muy contentos”, reitera Delgado.
De esta manera piensan pagar una cuarta parte de la obra pero, aún suponiendo que se vendiera todo, seguiría faltando el 75%. Un cometido que la asociación ha reservado para el tejido empresarial burgalés, tanto para las multinacionales como para las pequeñas y medianas empresas. “He tenido ya muchas reuniones y, en general, todos los directivos que me han recibido están dispuestos a colaborar”, explicó la presidenta del colectivo, matizando que su propuesta encaja dentro de la ahora tan en boga Responsabilidad Social Corporativa. Por si acaso, recuerda que el tejido empresarial puede patrocinar una estancia del nuevo centro o donar 2.500 euros a cambio de una ubicación privilegiada para su logo o imagen de marca en el recibidor de la próxima sede. “Confiamos en que respondan”, remachó.